¡Hola! ¡Bienvenidos otro día más a mi blog! ^^ Aquí Shira con un nuevo capítulo de Soy solo tuyo~
¿Cómo vamos? Yo no tengo mucho que contar, solo que últimamente ando muy viciada a un juego online llamado Identity V, de terror asimétrico. ¡Es muy guay! Aunque hay días que o soy muy buena, o soy muy mala xd (o tal vez me emparejan con gente DEMASIADO pro, no sé).
Pero bueno, hoy os traigo el nuevo capítulo, así que no me voy a enrollar más. ¿Comenzamos?
*********************************************************************************************************************************
Capítulo 5_ Un viaje para reconectar
La caravana de Skips estaba algo vieja y descolorida, pero tenía unos neumáticos nuevecitos y los cristales estaban tan limpios que daba gozo verlos. Sin mediar palabra, el gran hombre canoso sacó unas llaves del bolsillo del vaquero, para acto seguido abrir la puerta del conductor y entrar.
Mordecai observó un momento en derredor, en concreto a la ventana que daba a la habitación donde se alojaba con Rigby; las cortinas estaban corridas. Tras un suspiro, el joven entró en la caravana también, dejándose caer en el asiento del copiloto.
El interior del vehículo era bastante más acogedor que el mugriento coche de Musculitos. Los asientos estaban tapizados en cuero marrón y habían sido aspirados cuidadosamente hace poco, el salpicadero tenía una pequeña bailarina hawaiana que bamboleó sus caderas ante el peso de ambos al entrar, en la parte de atrás habían un par de mantas, una azul con cuadros negros y otra completamente marrón.
Las llaves encajaron con suavidad y, tras un pequeño ronroneo, la caravana se encendió. Skips tenía bastante experiencia conduciendo, así que normalmente era él el que hacía de transportista cuando había que recoger un paquete o mover material de un lado a otro; Como un perrito culpable, Mordecai miró de reojo a Skips, con la cabeza gacha, mientras éste conducía el auto hacia fuera del parque, dejando tan solo una nube de polvo detrás de si.
...
Tras un rato de viaje en silencio, Skips puso la radio. Como era de esperar, el aparato era de dial, y de vez en cuando cogía emisión de alguna cadena perdida de la mano de Dios... Aunque la mayor parte del tiempo estaba anclada en una emisora popular en su momento de música country.
_ La música country es la mejor para viajar._ Rompió el silencio el inmenso hombre, girando a la izquierda en una rotonda. Mordecai no respondió.
La carretera pasaba velozmente por la ventana, mostrando un inmenso campo de mazorcas de maíz dulce, que daba la impresión de estar atravesando un mar de pepitas de oro. En el aire volaba algún cuervo y el calor de medio día calentaba la testa de Mordecai, que se sentía algo somnoliento... Como cuando iba de viaje con su familia al pueblo de su abuelo.
Skips abrió su ventana un poco, girando la manivela que tenia a su lado. El aire entraba sutilmente y llenaba la caravana con un nostálgico olor a verano... Ese olor a hojas mojadas y hierba... Si no fuera por el color rojizo de las hojas de los árboles, Mordecai pensaría que estaban en pleno verano.
_ Así que... ¿Vas a contarme que ha pasado?_ Inquirió Skips, una vez llegaron al pie de una montaña.
Con un gesto algo dubitativo, Mordecai miró a su compañero y, una vez soltó todo el aire de los pulmones que pudo, decidió hablar.
...
Durante todo el camino que duró la subida a la cima de la montaña, Mordecai fue explicando con toda la claridad que le permitía su turbulenta mente lo sucedido con Rigby y, por su parte, Skips se mantuvo en silencio, escuchando todo aquello que el muchacho tenía que contar.
Cuando llegaron arriba, Skips aparcó y apagó la radio; Al frente de ellos se alzaban colinas y se veía la ciudad, muy diminuta, tan diminuta que parecía una maqueta en miniatura. Lo único que había ahí arriba era un vendedor de perritos caliente ambulante y una bandada de águilas que habían hecho el nido en lo más alto. Pasado un rato, solo se escuchaba el sonido de las águilas al graznar.
Finalmente, Skips habló:
_ Verás, Mordecai,_ Comenzó el hombre_ puede que esto te suene a tópico, pero pienso que lo mejor para ti y para Rigby es que aclaréis cuanto antes las cosas._ Tras hacer una pausa, siguió, ante la atenta mirada del chico._ Tanto tú como Rigby sois muy buenos amigos... Creo que esta disputa ha durado suficiente y es mejor cortar el problema de raíz.
Mordecai asintió, cabizbajo.
_ Has hecho una tontería_ Siguió Skips_ sin embargo, es mejor que te armes de valor, te disculpes cuanto antes y seas totalmente sincero con lo que ocurrió. Puede que Rigby sea un poco borrico, pero a fin de cuentas te conoce mejor que nadie...
Desviando la mirada, Mordecai volvió a asentir, encogido en el asiento. Skips le removió el pelo con cariño y, esbozando una sonrisa, apartó la mano.
_ Vamos... Te invito a un perrito caliente. Percy los hace muy buenos._ Y acto seguido se bajó del coche.
El arrendajo le miró durante unos minutos, observando como pedía los perritos al vendedor ambulante y como pedía que la mostaza se la dieran aparte... En ese rato, con todo en silencio y con toda la paz que la cima de una montaña puede dar, Mordecai sintió como si de golpe todos sus problemas no valiesen nada... Y como un enorme peso del pecho se desvanecía poco a poco a medida que comía.
Continuará...
*********************************************************************************************************************************
¡Qué satisfacción de capítulo! Como me gusta describir paisajes veraniegos~ (aunque en teoría están en otoño), y ese tipo de paisajes que brindan tanta paz.... ¡Ay, el verano, como lo echo de menos!
Bueno, tenía ganas de hacer ya este capítulo, ya que el siguiente tendrá ya dramita... ejejeje~
Oh, si, por cierto, ¡Al final creo que haré un post por mes! Creo que va a ser ese por fin mi modus operandi, je, je.
En fin, yo por ahora me despido. Un besito... ¡Y nos vemos en futuras entradas! <3
