¡¡Muy buenas!! ¡Bienvenidos otro día más a mi blog! ^^ Aquí Shira de vuelta de las mini vacaciones y con más ganas que nunca :D
¿Qué tal? ¿Cómo va todo? Por aquí todo bien, ajetreado pero he conseguido relajarme bastante uwu. Me fui a mi pueblo, en Cuenca, unas cuantas semanas y la verdad es que se nota cuando estás rodeado de gente de campo, ¡La gente se saluda más y son más abiertos! Aunque también más cotillas, pero supongo que es así en todos lados xd.
En fin, ¡Ya estoy de vuelta! Y eso significa que por fin voy a continuar con el fanfic de morby :D (yeey). Ayer mismamente me dieron unas cuantas estrellas en Wattpad y la verdad es que me siento muy orgullosa, me ha dado motivación para ponerme de vuelta con ello yuy
Ay, que me enrollo, bueno, ¡Allá vamos!
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Capítulo 7_ El ser humano tropieza 100 veces con la misma piedra
El Parque en invierno... Un paraje blanco, frío, resplandeciente, como el paisaje de un cuento de Navidad explicado a la luz del fuego de la chimenea crepitante. Los animales ya se habían preparado para descansar, los visitantes preferían unos destinos turísticos más cálidos o por lo menos no tan húmedos... Y los empleados podían gozar de una mínima paz y calma, por lo menos durante un tiempo, ya que un parque siempre requiere de muchos cuidados, incluso en una estación tan desolada.
Nuestros protagonistas estaban tirados en el sofá, jugando unas partidas a la consola mientras se tomaban un café calentito, hechos un amasijo de mantas, cada uno en una esquina. La tensión que se respiraba entre ambos se había rebajado bastante en el tiempo que transcurrió desde que se quedaron encerrados en el almacén... Desde luego, no volvían a ser tan cercanos como fueron en su momento, pero Rigby hizo un esfuerzo por volverse a hablar con Mordecai y, por su parte, Mordecai hizo lo propio por dejarle su espacio a su ahora de nuevo amigo.
_ ¡Oh, venga ya!_ Exclamó Rigby, lanzando el mando contra las mantas de tonos tierra, que hicieron un ruido apagado ante el impacto_ ¡Solo me ganas porque tienes los dedos más largos y llegas antes a los botones!
Mordecai soltó una carcajada, inclinándose sobre la mesa de café para poder coger su taza, que tenía un logo de la banda Adrenalina, con la silueta de su guitarrista (difunto y traído de entre los muertos) Ace Balthazar. Dándole un sorbo, se dirigió de vuelta a él.
_ Eso y que me se lo que hace cada botón_ Devolviendo la taza a la mesa, Mordecai se reclino de vuelta en el sofá, dejándose caer un poco_ ¿Qué, echamos otra?
Justo en el momento en que el mapache iba a responder, el teléfono de Mordecai sonó, era un tono alegre que se mezclaba con la banda sonora del videojuego de la televisión. El arrendajo se disculpó con Rigby y acto seguido se levantó, dejando caer la manta roja con estrellas blancas al suelo, para a continuación dirigirse a la cocina. Rigby dirigió su mirada a la pantalla y se puso a jugar en solitario de nuevo, Mordecai le miró apoyado en la encimera, sosteniendo el aparato contra su oreja perforada cuatro veces.
_ Si, por supuesto Margaret_ Respondió él, poniéndose un mechón azulado tras la oreja_ luego por la tarde me paso por tu casa y quedamos un rato. (...) Todavía me queda algo de café en polvo, si quieres te lo puedo llevar_ Mordecai escuchaba a Margaret asomándose un poco por la puerta, observando como Rigby jugaba, sacando un poco la lengua, bastante concentrado. El panorama le hizo sonreír_ Si, si, vale... Bueno, luego nos vemos.
Tras colgar, Mordecai se encaminó de vuelta con Rigby, quien había perdido la partida. Sentándose de nuevo, el arrendajo pilló el mando J1 y miró a su amigo, que le devolvió la mirada, ahora con la taza de Fist Pump en las manos.
_ Bueno, ¿Un uno contra uno?
Rigby negó, dejando la taza ahora vacía sobre la mesa, levantándose justo después. Mordecai siguió sus movimientos con la mirada.
_ Lo siento, he quedado... Quizás luego_ Le explicó, y se encaminó hacia las escaleras.
El arrendajo puso una expresión de sorpresa y se levantó, yendo tras él... Por su parte, Rigby siguió su camino, que finalizaba en el cuarto de ambos.
_ ¿Has quedado?
_ Ahá_ Dijo Rigby, que estaba sacando una camiseta de manga larga ceñida, de tonos café_ He quedado para ir al cine.
_ ¿Y eso?_ Inquirió Mordecai, frunciendo un poco el ceño... Por algún motivo le molestó oír eso.
De cara al espejo, Rigby se puso a cambiarse, y su amigo se puso de espaldas; Rigby miró de reojo su reacción y no dijo nada, simplemente siguió vistiéndose en silencio. Cuando se hubo cambiado, el mapache se dio media vuelta y finalmente respondió.
_ Con Jeremy.
Su amigo se giró redondo, con expresión perpleja.
_ ¿¡Con ESE Jeremy!?
Encogiéndose de hombros, Rigby asintió, cogiendo su cazadora marrón y posteriormente su bandolera... En la entrada, alguien picó a la puerta y ambos miraron en su dirección.
_ Pues parece que ya está aquí._ Pasando por al lado del peli azul, Rigby bajó las escaleras, seguido de cerca por Mordecai, que proyectaba una gran sombra ante el sol de media mañana.
_ ¡Pero nos odia! ¡Tanto él como el canijo aquel que tenía de amigo!
_ Pues estuve hablando con él durante un tiempo y no es TAN malo, ¿Sabes? Es bastante enrollado.
Mordecai se paró en seco y vio como Rigby se ponía las vans, agachándose un poco. No sabía por qué pero sentía que debía detenerle, algo le impulsaba a hacerlo. Cuando acabó, Rigby le miró.
_ Ale, nos vemos luego.
_ Oye, esp-
Un desafortunado traspiés con el cable de la lámpara hizo que Mordecai cayera hacia delante, acorralando a Rigby contra la pared, quedando sus miradas más cerca de lo acordado. Se hizo el silencio mientras el timbre de la entrada no dejaba de sonar y un Jeremy preocupado se escuchaba amortiguado por la puerta.
_ Rigby, yo-_ Comenzó Mordecai, pero no supo como seguir... Sabía que dijera lo que dijera iba a ser malinterpretado, ya que si le pedía que no se fuera, solo le estaría dando señales confusas a su amigo pero... Pero por algún motivo, sentía mariposas en el estomago al pensar que Rigby estaría a solas con... ese. Finalmente se apartó ante la atenta mirada de Rigby, que se había puesto algo tenso, mientras aferraba una mano a la bandolera. Mordecai se puso de espaldas, removiéndose el pelo con una mano, y con la otra se apoyaba en su propia cadera. Tras varios segundos de silencio, Mordecai negó con la cabeza_ Que vaya bien...
De nuevo, un silencio...
_ G-Gracias..._ Ese titubeo le pilló por sorpresa al arrendajo, pero no se giró... Se quedó de espaldas, escuchando como Rigby abría la puerta.
Un chico rubio, con gafas de pasta y una chaqueta roja le esperaba en el umbral. Las miradas de ambos pájaros se cruzaron por un instante pero, aun así, ninguno dijo nada.
_ Ya nos veremos_ Fue lo último que dijo Rigby antes de cerrar la puerta con suavidad.
Al final, Mordecai se quedó solo en el recibidor de la casa, mirando hacia la puerta, con ese malestar que no le acababa de cuadrar, pensando en la expresión sorprendida de Rigby y sobre todo, que podría haber dicho o, mejor dicho, hecho para que su amigo se hubiese quedado con él.
Continuará...
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¡Qué ganas tenía de seguirlo! Creo que está bastante bien, por norma general siempre hay que dejar un capítulo de transición entre arco y arco, así que aquí está <3 ¡Ya nos vamos acercando al final! Aunque aún tengo pensados 5 capítulos más para este fanfic, ya adelanto que éste será el arco final.
En fin, espero que os haya gustado y ya nos veremos más seguido, que vuelvo con mis publicaciones mensuales :3
Y nada, yo por ahora me despido. Un besito... ¡Y nos vemos en futuras entradas! <3